Descripción general
Jala es una bella y pintoresca población, con un casco urbano de traza colonial muy bien conservado, con edificios y monumentos notables como su Basílica Lateranense o la Capilla de la Inmaculada Concepción; un ambiente cálido y entrañable que se nutre de costumbres y tradiciones como las fiestas de la Judea, la Sierpe y la Feria del Elote, y se enmarca en un horizonte que recorta el volcán del Ceboruco. Su belleza natural, la riqueza de su cultura, su armonía con el medio ambiente, sus tradiciones vivas y la hospitalidad de sus habitantes, entre otros valores, explican su designación como Pueblo Mágico mexicano y su creciente importancia en el panorama turístico nacional.
Jala es el municipio del estado de Nayarit que cuenta con la más diversa cantidad de monumentos históricos, entre los que destacan: su templo parroquial, edificado en la segunda mitad del siglo XIX y las ruinas del antiguo hospital con su fachada Barroca.
Caminar por sus calles de forma irregular es introducirse a barrios con sellos característicos, que invitan a contemplar viejas casonas de típica arquitectura y sabor añejo. La Basílica de Jala, joya arquitectónica mezcla de estilos romano y gótico, fue construida con cantera color rosa, verde y amarillo, su primera piedra se colocó en abril de 1856. Existen dos construcciones en ruinas, la primera que fue la iglesia de San Francisco de Asís, edificada en 1674, y la segunda que fue un convento franciscano, clausurado en 1810.
Cuenta con grandes atractivos como el volcán del Ceboruco, sus paisajes, los cerros y sus caídas de agua ubicados al norte de la cabecera municipal, donde se observa toda el área urbana. En la localidad hay cuatro templos tradicionales: la basílica lateranense de la Señora de la Asunción; el templo de La Natividad; el templo de San Francisco; y el templo de la comunidad vecina de Jomulco.